
Hubiera querido dormir la siesta.
Me estaba yendo, estaba yéndome, estábame yendo, me-es-me-ta-me-ba-me-yen-me-do-me... no alcanzo a poner los dos pies en la vereda, que lo tengo al “coreano-alfa” (no sé si el más coreano, pero el que arma la jugada, que digita toda la operación) gritándome quéséyoqué, que me vuelva, que los cajones, que acomoda, acomoda, no se va, acomoda.
(una hora más)
Llego a casa y me desvisto. Entero.
La ropa y el mundo son una misma cosa.
La ropa y el súper son una misma cosa.
La ropa no es ropa. Es una mortaja de tierra, pegamento de precios viejos, pedacitos invisibles de carne cruda, olor a guiso recalentado por cuarta vez, gritos en un idioma que no es el mío, jirones de una vida que no es la mía.
(estanoesmividaestanoesmividaestanoesmividaestoydurmiendoestoyllegandoamicasaparadesvestirmeyacostarmeasímedespierto)
No hay nada que me ponga de peor humor que despertarme con sueño, como si no hubiera dormido, como si hubiera sido mejor no dormir.
(Einstein, me cago en vos, literalmente, me siento en tu cara y me cago en tu oreja)
Todos los efectos contrarrestadores se disipan. Sol de frente, ganas de dormir, la puerta del súper, el interior del súper.
A la tarde no está el flaco. Está la mujer. Se trae al pibe. Carlitos. Sí, Carlitos. 5 años.
Me habla el pendejo.
Yo tengo un autito color verde que le hacés así y anda solo.
(¿Ah sí? Si yo tuviera un autito color verde para la gente grande lo usaría para pasarle por encima a tu viejo. Y capaz que a tu vieja.)
Qué lindo el autito, nene. Te felicito.
Vos qué haces acá
Paso la escoba nene, no vés
Y por qué
Porque la gente viene con los pies sucios, y la mugre hay que sacarla para afuera
Y si la gente viene con los pies sucios porque vos estás sacando la mugre afuera
(...)
Y a vos te gustan los dibujitos
No
Y las películas de superhéroes
No
Y las papafritas
... ponele...
Y te gusta mucho barrer
(...)
(...)
(...)
Yo en la escuela hice de barrendero y mi papá se sacó una foto conmigo y mi mamá me aplaudió mucho mucho y después me regalaron un helado grande grande y tenía chocolate
(...)
Bueno me voy
(...)
(divino el pibe)
Carajo, deja un saborcito amargo por el lado de la realidá...
ResponderEliminarBien narrado, sin dudas.
no sólo xenofóbico, ahora también lisérgico. hasta que no nos caguen a patadas no paramos.
ResponderEliminaruna vez entre a un mercado que tenía un bandera MUY grande de Corea del Sur...
ResponderEliminarpensaba en comprar alguna boludez para que me dé de vuelto los 40 centavos que necesitaba para viajar en colectivo con mi hermano... cuando voy a pagar la señorita de la caja me quiere dar caramelos por el vuelto, a lo que me quejo diciendole que necesitaba las monedas porque tenía que viajar en colectivo y me responde: "no monedas, caramelos vuelto" (me sorprende la capacidad de sintesis que tienen). le reclamo mis monedas insistiendo en que las necesito y me responde "no monedas... no vendo, no vendo..." y me arrebata los alfajores que tenía en la mano... y yo, con toda la furia digo "PERO ANDA A CAGAR JAPONESA DE MIERDA" y la mina muuuuy roja de violencia grita "NO JAPOOOOOON"
jajajaja a eso apuntamos
ResponderEliminarel super koreano es como este blog: no vuelto, no compra...
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